5 de septiembre de 2014

Autopublicación VS edición tradicional: mi punto de vista

Hace unos días Sofía P. Rodríguez me escribía pidiéndome que le hablara un poco sobre mi experiencia con la autopublicación y la edicion tradicional para hacer una entrada en su blog de autora. Me puse manos a la obra a escribir sobre el tema y, digamos, que se me fue un poco de las manos y en lugar de un breve comentario hice todo un artículo con mi opinión. Sofía utilizó las partes que más le interesaron en su artículo, Opiniones del escritor (1): tipos de editoriales, pero a mí me gustaría poneros el artículo entero aquí para que sepáis mi punto de vista sobre el tema.

Mucho se está hablando últimamente de la autoedición y la publicación tradicional, enfrentándolas a ver cuál de las dos opciones sale ganadora de esta batalla campal que es el mercado del libro. Hace unos años, autopublicarse estaba muy mal visto pues se consideraba que quien lo hacía era porque no había pasado el filtro de las editoriales y, por lo tanto, su obra no podía ser buena. Ahora por suerte la cosa ha cambiado (y sigue cambiando) y aquellos que apuestan por autoeditar sus propios libros no lo hacen solo porque las editoriales no les hayan dado una oportunidad sino que también hay muchas personas que directamente apuestan por ir a su aire. Y es que eso es lo que ofrece la autoedición: ir a tu aire. 

Yo tengo un poco de experiencia tanto en la edición tradicional como en la autopublicación y cada una ofrece sus ventajas e inconvenientes. Si publicas con una editorial, los beneficios son principalmente dos:

-No tendrás que preocuparte por el proceso de elaboración del libro como objeto físico (entiéndase por esto el diseño de la portada, la revisión ortográfica [si es que la editorial se hace cargo de ello, que últimamente incluso las grandes recortan en cosas tan básicas como los correctores] y los mil y un detalles que hay que cuidar a la hora de sacar un libro al mercado.

-Tendrás tu puesto en una librería y llegarás a un público más amplio. Esto depende considerablemente de la editorial, pues una editorial grande tiene mucha presencia en las librerías, mientras que las pequeñas tienen que pelear por meter sus libros en las tiendas y en muchos casos quien huye de la autopublicación y edita con la primera editorial que le pone un contrato sobre la mesa (y que con un alto grado de probabilidad es de coedición o incluso de autopublicación encubierta) acaba con libros físicos con precios desorbitados en tres o cuatro librerías de su pueblo y poco más.


Al optar por la autopublicación, las principales ventajas son las siguientes:

-El autor tiene el control de todo lo que ocurre con su obra en lo relativo a maquetación, portada, fecha de lanzamiento, precio… Para algunas personas esto será una ventaja y para otras un inconveniente. Para mí es una ventaja pues lo que una editorial tarda entre 6 meses y 2 años en hacer el autor lo hace en tiempo record y puede ver su obra publicada en semanas (si no días).

-Las regalías son mucho mayores, pues con una editorial el autor suele recibir un 10% mientras que con la autopublicación se lleva mucho más (en Amazon, por ejemplo, el porcentaje puede llegar a ser del 70%). Además, no hay que esperar 1 año para cobrar.

Hay quien me ha preguntado que por qué autopublico si hay editoriales interesadas en lo que escribo, y he de admitir que en gran parte lo hago porque soy una impaciente y hay historias que necesito compartir con la gente. Cuando le pongo punto y final a un libro estoy exultante y me sé la vida de los personajes al dedillo. Si tuviera que mandársela a una editorial o varias editoriales para que la evaluaran, tardarían entre tres y nueve meses en darme respuesta y en caso de que les gustara y encajara con lo que están publicando en esos momentos tendrían que buscarle hueco en su agenda, por lo que lo más normal sería que pasara otro año o más antes de que viera la luz. Esa novela que tan entusiasmada me tenía cuando terminé de escribirla, al publicarla ya no parece mía, la leo y parece escrita por otra persona… ¿por qué no disfrutar de la novela cuando más enamorada de ella estás? 

Pero no voy a mentir, autopublico pero también apuesto por la edición tradicional. Tengo algunas novelas que están siendo evaluadas para su posible publicación con una editorial. Contar detrás con una editorial, siempre que esta haga bien su trabajo, es algo que gusta a cualquier escritor. Lo realmente difícil es dar con esa editorial que no solo decida publicarte una obra sino también apostar por ti y mover tu novela. Todavía me da un «no-sé-qué» por dentro al pensar en el artículo de Mercedes Pinto Maldonado en el que comparaba su experiencia como autopublicada y como escritora de editorial. La editorial la captó en Amazon para ponerle su sello al libro y que la autora hiciera todo el esfuerzo publicitario de la misma (¡y llevándose 7 veces menos por cada copia vendida!). Personalmente, para ser un nombre más en la cartera de una editorial prefiero ser el centro de mi propio mundo gracias a la autopublicación.