24 de octubre de 2014

Reseña de Acordes de seda, de Ana Iturgaiz


Corre el año 1570 y la ciudad de Segovia se engalana para festejar el matrimonio en cuartas nupcias del rey Felipe II con Ana de Austria. Sin embargo, el único interés de Clara Román se centra en sus delicados bordados, por los que es cada vez más conocida.

Nicolás Probost ha acudido a Segovia como miembro de la Capilla Musical de la corte para cantar en las celebraciones, lo que le permitirá demostrar que posee la voz más perfecta del reino. Pero sus aspiraciones van mucho más allá: convertirse en el compositor más joven y con mayor talento de España. Aunque para ello tenga que dejar atrás a una bordadora que le atrae mucho más de lo que está dispuesto a admitir...


No soy muy aficionada de la novela histórica (no, tampoco en su versión romántico-histórica), pero siempre que cae en mis manos una novela histórica me gusta descubrir cosas nuevas sobre el pasado, sobre las costumbres, leyes y modos de pensar de las generaciones que nos precedieron. Y para hacer un viaje al pasado nada mejor que hacerlo de la mano de Ana Iturgaiz, no solo por su maravillosa y rica prosa sino también porque es licenciada en Historia y se nota.

De la autora ya he leído dos obras. La primera fue «Bajo las estrellas» (Vergara, 2012) y ahora esta, «Acordes de seda», que quedó finalista en el II Premio Vergara – El Rincón de la Novela Romántica y que vio la luz en 2013.

Como podéis leer en el resumen, la novela nos transporta al siglo XVI, a Segovia y Madrid, donde acompañaremos a Clara, una costurera, y a Nicolás, un cantor y compositor. Lo normal en las obras romántico-históricas es que los personajes sean nobles o pillos, pero en las obras de Ana Iturgaiz siempre descubrimos cómo era la vida de la gente corriente en aquella época, pudiendo no solo ver las estiradas y ociosas vidas de los nobles sino también la complicada existencia de la gente corriente. ¡Y anda que no era complicada! En un abrir y cerrar de ojos cualquiera podía verse sin nada.

En esta obra Clara y Nicolás tendrán que luchar por ganarse la vida en Madrid pese a las envidias y malas artes de la gente que los rodea y también tendrán que aprender a confiar en los demás, a valorar como corresponde a sus amigos y a compaginar la ambición con el amor.

Sobre los datos históricos que más me han sorprendido está el hecho de que las mujeres no pudieran coser para los hombres, bajo pena de cárcel (y viceversa, los hombres tampoco podía hacer prendas femeninas), y que los habitantes de Madrid tuvieran la obligación de acoger a los funcionarios reales en sus casas, dándoles comida y lecho, como «pago de carga de aposento». ¡Alucinante!


Una novela muy recomendable, por lo bien escrita que está y por su gran documentación histórica, que lleva al lector hasta el Madrid de 1570, sumergiéndolo en sus calles y rodeándolo de sus gentes.

Este libro he tenido la oportunidad de leerlo gracias a la iniciativa «Trotalibros RCT». Si estáis interesados en leerlo, entrad en la página de Romántica con Tilde para ver quién es la última persona que lo tiene y podréis apuntaros al book tour.

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